La primavera es posiblemente la estación más deseada por todos. Los días son más largos, las temperaturas son muy agradables y todo vuelve a florecer de nuevo. Se respira vitalidad y alegría en el ambiente y, esto, se contagia. La gente está más feliz y todos tenemos más ganas de salir de casa, también los niños. En ChinPum somos muy fans de salir a jugar al aire libre. Por esos, muy a menudo nos gusta pasear por la montaña o el parque, coger flores y buscar piedras con formas curiosas.
Y es que jugar en la naturaleza tiene muchos beneficios físicos y emocionales para el desarrollo de los más pequeños. Estos son solo algunos de ellos:
1. Practican ejercicio. Apagar el televisor y salir a jugar al aire libre previene la obesidad infantil. Y es que cuando los niños están en el parque se sienten libres, corren, juegan a pelota, van en bici y ejercitan todo su cuerpo.
2. Despierta su curiosidad. Investigar y vivir aventuras son dos de sus prioridades cuando salen de casa. Se les abre un mundo inmenso y motivador por delante y sus ansias por descubrirlo son infinitas.
3. Fomenta la creatividad. Inventar historias y juegos es una necesidad cuando se sale a jugar fuera de casa. Los límites y las posibilidades están solo en su imaginación y esto despierta un pensamiento creativo en ellos.
4. Aprenden a socializarse. Relacionarse con más niños y jugar con ellos és básico en el desarrollo de sus habilidades. Aprenden a interactuar con los demás, a respetarse y escuchar la opinión de otros.
5. Respetan el entorno. Toman consciencia de la importancia de cuidar la naturaleza o del parque donde acostumbran a jugar para poder seguir disfrutando de él. Aprenden que es un espacio que no les pertenece que merece ser cuidado.
6. Disfrutan en familia. Pasar una jornada de juego y diversión en familia es una buena forma de generar confianza y estrechar el vínculo entre padres e hijos. Además, se trata del mejor regalo que podemos hacerles: pasar tiempo con ellos.
7. Descansan mejor. Vivir aventuras al aire libre es muy agotador y cansado. Por eso, después de una intensa jornada de juegos al sol, agotan sus reservas de energía y duermen del tirón.
Así que... ¡Ya sabéis! Si vuestros hijos os piden salir al parque o hacer una excursión en familia por la montaña, ya podéis buscar el día perfecto para hacerlo porque le ayudaréis a ganar autonomía y confianza en sí mismo y, de paso, les estaréis regalando momentos inolvidables con vosotros.